A medida que la atención médica pasa del tratamiento de los síntomas de la enfermedad hacia el bienestar y la prevención, la alimentación y la nutrición se están convirtiendo en un foco de atención para los médicos y los responsables políticos. Los estudios han demostrado que la restricción calórica prolonga la vida útil de algunos animales y reduce la incidencia de enfermedades cardíacas, obesidad y diabetes en los seres humanos. Por otro lado, el envejecimiento disminuye nuestra capacidad para absorber nutrientes, causa problemas dentales y embota los sentidos como el gusto y el olfato, lo que contribuye a la malnutrición entre las personas mayores. ¿Cómo pueden usarse los alimentos como una herramienta para controlar el envejecimiento? ¿Y cómo podemos sostener nuestro planeta y a nosotros mismos?
Nuevos puntos de vista para problemas perennes: ¿es la comida la mejor medicina?
La cultura desempeña un papel poco estudiado en el envejecimiento, configurando nuestras actitudes y decisiones sobre el trabajo, la familia, las finanzas y los alimentos.